Desde sus inicios y hasta la actualidad, Fabiana Imola ha sostenido y, más aún, enfatizado una propuesta estética que tiene como objeto la naturaleza, muy particularmente las formas sugerentes del reino vegetal. Una opción que ha desarrollado de múltiples maneras y con diferentes estrategias, apelando a un amplísimo registro de materiales: desde apropiaciones de los elementos del ámbito natural para construir objetos e instalaciones hasta intervenciones en la arquitectura y el entorno urbano; desde dibujos realizados con diferentes técnicas y formatos hasta impresiones de vinilo y recortes de metal que se despliegan sobre las paredes o que le permiten realizar complejas estructuras tridimensionales. |
Así, surgen realizaciones espaciales y ambientales complementadas con finísimas siluetas, planos y volúmenes que se presentan, en buena medida, como una envolvente naturaleza artificial.
A partir de sus primeras estructuras con flores y follajes hasta sus ambientes con grandes ramas y dibujos de pared; desde los extraños objetos realizados con bayas y semillas hasta las pulcrísimas piezas planas que espejan ramas y volutas creando formas alucinantes, la artista ha transitado –con una actitud altamente original– un larguísimo camino dentro del arte argentino contemporáneo.
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